El genial escritor Hecto Hugh Munro, conocido por el seudónimo «Saki», es sin lugar a dudas uno de los mejores escritores ingleses de la época victoriana. A mitad de camino entre escritor popular y escritor de culto, Saki se nos revela con una prosa incisiva y mordaz, mostrando en sus relatos las costumbres inglesas de principios de siglo XX, dejando vislumbrar entre líneas una trama cruel y una sociedad acartonada e hipócrita, doblegada por reglas sin sentido. Borges esgrime la siguiente sentencia sobre este escritor: «Con una suerte de pudor, Saki da un tono de trivialidad a relatos cuya íntima trama es amarga y cruel. Esa delicadeza, esa levedad, esa ausencia de énfasis puede recordar las deliciosas comedias de Wilde.»Sus protagonistas suelen ser mujeres y animales, aunque el rol de los niños (lejos de ser criaturas tiernas e inocentes) también se encuentra en primera plana. Así, Saki nos entrega un hurón-dios, una tía castigada por su sobrino, una muñeca que obtiene su merecido, gente que vive en jaulas sin darse cuenta, un hombre valiente que no lo sabe, un señor castigado por sus tres vecinitos, un gato que habla y un hombre que cuenta cuentos a los niños, para escándalo de la niñera.
De su biografía, sólo diremos lo necesario: nació en Birmania (colonia inglesa) en 1870, su madre murióluego de sufrir ser embestida por una vaca. Al parecer, las lesiones causadas la llevaron irremdiablemente a la muerte cuando el pequeño Hector tenía alrededor de dos años. Se trasladó a Inglaterra y permaneció al cuidado de dos tías solteras y severas que parecen ser retratadas en cuentos como «Sredni Vashtar» y el «Cuarto de los trastos». Los estudiosos de su vida sostienen que estas circunstancias marcaron para siempre su vida y su obra, de donde obtuvo un carácter amargo para siempre. Saki muere en 1916 en plena guerra mundial. Aunque su edad lo eximía de la obligación de servir a su país, igualmente decide alistarse en el ejército. Luego batallar en distitntas oportunidades, el escritor (que también es sargento) encuentra la muerte al ser alcanzado por el disparo certero de un francotirador. Su hermana se deshizo de sus manuscritos personales para dar una historia familiar acorde a sus pensamientos. Munro nunca contrajo matrimonio.
De su obra sólo resta por decir que ha dominado el relato breve, logrando cuentos brillantes repletos de humor negro, cinismo y crueldad que, lejos de hacer la lectura insoportable, nos conducen a leer y releer sus escritos.
Les acerco algunos de ellos para los que quieran ir entrando en calor. Lamentablemente, el único disponible en la web es el primero. En cualquier bilbioteca modesta deberían estar los otros.
El cuarto de los trastos
La vida estilo Mapping
La penitencia
Morlvera
El tatuaje
Esmé
Tobermory