Hubo un tiempo en el que eras la reina del bar.
Envidíabamos las piernas que te sostenían
nos mirabas desde allá.
Un tiempo sin quirófano para tu belleza
no debías favores por el trabajo conseguido
paseabas en el frente. Veíamos tu andar
no escondías tu figura detrás del mostrador
y se avergüenza, se avergüenza de su presente
de los favores que fueron devueltos